Lo solicitaron las empresas de transporte en un nuevo pedido al Concejo Deliberante. El incremento sería de 42%.
Conscientes de que el tiempo que media entre la presentación y la puesta en vigencia de los aumentos cada vez se extiende más, los empresarios del transporte ni siquiera dejaron pasar el primer mes del año para solicitar un reajuste en la tarifa plana.
En la presentación que realizaron este martes en el Concejo Deliberante, que también fue enviada al Ejecutivo, pidieron que el precio del boleto suba a $ 19,30. Es $ 5,75 más caro que el que pagan hoy los usuarios: representaría un incremento de 42%.
El principal argumento de la Cámara Marplatense de Empresas de Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) es el índice de inflación cercano al 50% que hubo el año pasado.
Puntualiza además que, en su primer Relevamiento de Expectativas del Mercado de 2019, el Banco Central estimó que la suba de precios será este año de 28,7%, casi seis puntos por encima de la proyección oficial (23%).
La nota de los transportistas, firmada por el presidente de Cametap, José María Inza Decaux, exhibe un cuadro comparativo de precios del boleto en 59 ciudades. Mar del Plata se ubica en el puesto 56. “En otras palabras –explicó– hay 55 ciudades argentinas donde el precio de la tarifa es superior a los $ 13,55 que se perciben en esta ciudad”.
Pone algunos ejemplos. Bahía Blanca, con una población estimada en los 350.000 habitantes, tiene una tarifa plana de $ 18,95, vigente desde mediados del año 2018. Córdoba Capital “tiene una tarifa plana cercana a los $ 24 desde noviembre”. Carlos Paz tiene un boleto básico de 22 pesos y Rosario, “tal vez la ciudad argentina con más similitudes con Mar del Plata, con una población de más de un millón de habitantes”, tiene una tarifa plana de $ 23,10.
Según ese cuadro, el promedio del valor del boleto en el país es de 18,29. “En conclusión, la ciudad de Mar del Plata posee un boleto plano inferior en $ 4,74 al promedio nacional”, sostiene Cametap.
Las empresas también se mostraron partidarias de un esquema de aumentos graduales y prefijados como los que se implementan en la ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana. “El objetivo es armonizar, de alguna manera, la relación entre los usuarios y los transportistas. Que el usuario tenga noción, por adelantado, de los futuros aumentos a fin de tomar las medidas necesarias para paliar sus gastos futuros. Que el concesionario sepa, preventivamente, que el proceso inflacionario constante no va a romper su ecuación económica financiera”, postula.
El planteo ya había sido realizado por Cametap en febrero del año pasado. En esa ocasión, solicitó cuatro aumentos actualizados por la inflación.
En el planteo, Inza recuerda que la tarifa actual no contempla las últimas readecuaciones salariales que las empresas están abonando.
También puntualiza que, desde el momento en que se emite la ordenanza hasta que se difunde en las unidades, la actualización tarifaria “tiene una demora que no es inferior a los 21 días”.
SUBE
Con la implementación del Sistema Unico de Boleto Electrónico (SUBE), grupos de usuarios como jubilados, pensionados, empleadas de casas particulares y beneficiarios de planes sociales se encuentran alcanzados por el “Atributo Social”, que consta de un descuento en el valor de su pasaje del 55%.
Cametap detalla en su presentación sobre el boleto que el 35% de los pasajeros que pagan lo hacen con ese descuento. Y aclara que “el incremento tarifario propuesto impactará en tan solo $ 2,50 por boleto para este segmento”.
El monto descontado posteriormente es compensado a las empresas directamente por el Estado Nacional, “pero con una demora de 60 días, hecho que genera un serio problema financiero a las empresas”, advierte.